Reproche

Han pasado más días de los que me gustaría contar, y ya no hay más mensajes de "vuelve" que me quiten el sueño. Se acabaron los "te quiero" y los "eres el amor de mi vida". Supongo que por que has encontrado una nueva, en donde vivir sin mis "ve con cuidado". Donde puedes hacer lo que quieras, y lo haces. Como siempre has hecho, tampoco nos engañemos.
Ya sabes como dicen: "Uno siempre cambia al amor de su vida (por otro amor o por otra vida)". Y tengo un sexto sentido en saber cuando hay alguien mejor en escena. Por eso prefiero quedarme entre bambalinas.
Quizás han pasado menos días de los que siento que me has estado doliendo, pero ahora mismo te has convertido en un libro de poesía que no conocía, en un paquete de post-it vació y en un asaltante en mi cabeza de cada vez que cojo un tren. En todas las canciones de amor y desengaño de mi reproductor, excepto en la nuestra. En esa canción donde tu y yo seguimos siendo un nosotros, estando descritos sin que lo sepa su autor. En esa canción que no puedo escuchar. No de nuevo. No de momento. No hasta que deje de ser nuestra canción.
El primer paso fue cambiarte el nombre. Hacer que dejarás de ser "mi..." y pasaras a ser, simplemente, tu. El segundo paso será empezar a llamar te como todo el mundo. Y ahí es donde el plan se va al garete. Por que no todo el mundo te ha querido como te he querido yo. Y si lo hubieran hecho, te llamarían del mismo modo en que yo lo hago.
Pero no, solo hay una yo, y solo yo puedo susurrar te de la manera en que lo hacia, mientras pasaba los dedos por tu pelo y te veía adormecer. Y si alguien logrará acercarse (o pasarse de largo) a esa situación, estoy segura de que me recordarás.
Me recordarás esos momentos en que te decía que era tuya. Sentía que era tuya. Quería ser tuya.
Y luego parecía que no querías tenerme.
Espero que me recuerdes cuando vuelvas a pedirle a tu próximo polvo que te diga lo mismo. Que escuches mi voz en tu corazón mientras la suya rebota en tus oídos. Y que sea ese el momento justo en el que sepas que ella no es yo, y nadie más lo será jamás, y es por ti.

Nuestra relación era una pistola de un solo uso con mi nombre escrito. Tu me dabas balas pensando que eran flores. Pero tranquilo, tu conciencia puede estar limpia:
Fui yo quien me dispare a bocajarro.
Solo hay una cosa que me duela más que esta situación, y es el saber que te he hecho daño. Por que pese a todo, soy yo la que a usado el arma. Soy quien ha gastado ese uso, y por ende le ha dado fin a su sentido de existir.
Esto a pasado por mi culpa.

Comentarios

  1. Te equivocas pues jamás tuviste culpa de nada, más cuando el no ceso su vida de vividor con toda aquella que le invitase a la cama si algo has echo mal es sufrir pues no lo merecías

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