"Siempre queremos aquello que no tenemos", y como volviste cuando creiste que me habias dejado de tener.
Cuando todo el mundo me dijo que lo intentara, lo intente.
Lo intente con todas mis fuerzas. Lo intente incluso cuando me había quedado sin ellas, y los pasos dolían y las manos escocían y todo mi ser gritaba "para". Pero no podía. No podía parar. No me lo quería permitir.
Cuando tuve que intentarlo, lo hice lo mejor que pude.
Pero dolía. Dolía ver que por mucho que lo intentará, se quedaba en eso:
En intento.
Hice todo lo que estubo un mi mano, y no fue suficiente.
Y así pasaban los días, escurriéndose entre mis dedos como arena en la playa de todas las lágrimas que te dediqué. Viendo como en algunos te perdía, y en otros simplemente no estabas conmigo. Observando el dolor desde la distancia que toman los que saben que sobran.
Y así empezó la demolición.
El dolor de curarse poco a poco, rompiendo todo lo que había para construirse de nuevo. Como quien no ha querido pintar las paredes por nostalgia a su color de antaño, y ahora es demasiado tarde, y tiene que vaciar todo su interior. Vaciarse del todo.
Olvidar.
Cuando estaba lista para empezar mi reconstrucción, cuando ya había dado el primer martillazo y todo se empezó a esquebrajar y romper, decidiste volver a vivir en aquellas ruinas.
Y cuando yo creía que ya no quería, volviste como si nunca te hubieras ido. Esperando volver a dormir en nuestra cama, ignorando que habías intentado hivernar en otros colchones. Volviste y todo tembló. Tembló de miedo y de emoción. De amor y de dolor. Volviste, y pensé que todos mis intentos si habían valido la pena...
Justo antes de recordar que volviste por que creías que no podrías volver jamás. Como un niño que llora por que le han quitado el juguete que ya ni se acordaba que tenia.
Y entonces recordé que lo que me decía el mundo era "no es para ti, pero si quieres, si le quieres, intentalo". Y yo lo intente, olvidando que no iba a ser yo la que te hiciera evolucionar, por que nunca he querido cambiarte y que dejaras de ser tu. Lo intente por que no sabia por que te quería, pero lo hacia con todo mi ser.
Y ahora que he saboreado la libertad, no se que sabores me llaman más: si los de tus delicias conocidas o si los misterios de fuera de nuestro mundo de dos.
Antes de irme, tengo que saber por que te fuiste, pero es difícil quedarme cuando ya tengo medio pie fuera.
Antes de quedarme, tengo que saber por que has vuelto, pero es difícil irme cuando ya tenía todo lo que quería, y ahora a vuelto a mí.
El sentimiento de amar a quien no sabe amar es igual al que nada sin saber nadar, al final solo conseguirás ahogarte sin remedio pero por suerte siempre tendrás alguien al lado que te ofrecerá una mano amiga con la que salir del agua y espero de corazón que sepas cuando pedirla.
ResponderEliminarPorque más allá del sentimiento esta el bienestar y más allá de eso el amor de quien verdaderamente te ama