"Siempre queremos aquello que no tenemos", y como volviste cuando creiste que me habias dejado de tener.
Cuando todo el mundo me dijo que lo intentara, lo intente. Lo intente con todas mis fuerzas. Lo intente incluso cuando me había quedado sin ellas, y los pasos dolían y las manos escocían y todo mi ser gritaba "para". Pero no podía. No podía parar. No me lo quería permitir. Cuando tuve que intentarlo, lo hice lo mejor que pude. Pero dolía. Dolía ver que por mucho que lo intentará, se quedaba en eso: En intento. Hice todo lo que estubo un mi mano, y no fue suficiente. Y así pasaban los días, escurriéndose entre mis dedos como arena en la playa de todas las lágrimas que te dediqué. Viendo como en algunos te perdía, y en otros simplemente no estabas conmigo. Observando el dolor desde la distancia que toman los que saben que sobran. Y así empezó la demolición. El dolor de curarse poco a poco, rompiendo todo lo que había para construirse de nuevo. Como quien no ha querido pintar las paredes por nostalgia a su color de antaño, y ahora es demasiado tarde, y tiene que vaciar todo su i...