Barcelona
Quiero que me recorras con la misma calma que te recorro yo a ti. Vendame los ojos y llevame a oscuras por cada uno de tus rincones más recónditos. Devórame por dentro con ansia viva. Llena mi piel de tus marcas y arañazos, de tus pisadas. Inunda mis oídos de tus ruidos y tus gritos, de tus reproches y tus suplicas, de tus deseos de tenerme dentro. Hazme tuya, Barcelona.